Dentro de los tratamientos estéticos relacionados con la odontología, la colocación de carillas dentales es uno de los más requeridos actualmente por los pacientes para mejorar sus sonrisas.
¿Qué son? Las carillas son unas láminas muy finas que se colocan en la parte visible de los dientes, pudiendo corregir forma y/o color, así como cerrar espacios, logrando así mejorar la estética dental del paciente.
Esta técnica resulta una opción de tratamiento mínimamente invasiva, ya que el tallado del diente es mínimo o, en algunos casos, prácticamente nulo. A pesar de ser un tratamiento estético, el profesional indicará si es aplicable o no al paciente, pues no siempre es la solución indicada para todas las personas.
¿Qué tipos de carillas existen?
Actualmente, existen dos tipos de materiales para la realización de carillas: el composite (resina) y la cerámica.
Carillas de composite:
- Requieren una única cita en la consulta.
- No es necesario modificar la estructura dental.
- Se pueden reparar fácilmente en consulta en caso de fractura.
- Son menos resistentes que las cerámicas y tienen un nivel de estética menor, aunque sus resultados son muy estéticos y satisfactorios.
- Requieren mantenimiento. El composite va perdiendo brillo y va pigmentándose, por lo que necesita ser pulido.
- Es una opción de tratamiento menos costosa y de elección en casos de pequeñas modificaciones de los dientes, sobre todo cuando están íntegros y en pacientes jóvenes, ya que podrá ser sustituida por cerámica con el paso de los años.
- Tienen una vida media de entre 7 y 10 años.
Carillas de cerámica:
- Se consigue una mayor estética. El material no envejece y se mantiene estable con el paso de los años.
- Son más resistentes.
- En caso de fractura, la reparación es más difícil. Normalmente requiere la realización de una nueva carilla.
- Son necesarias varias sesiones en la clínica dental, ya que es necesario un trabajo por parte del laboratorio y su ajuste debe ser preciso y probado en boca.
- A veces, si las condiciones en la que se encuentran los dientes son óptimas, pueden realizarse carillas de cerámica “Non prep”, es decir, sin tallar el diente.
- Para la realización de un caso de carillas de cerámica, se realizará un estudio previo pormenorizado del caso, una prueba estética en boca y, si el paciente da el visto bueno, se procederá a la preparación de los dientes y a la toma de registros para la confección de las carillas.
- Durante el proceso de elaboración de las mismas, el paciente llevará colocados en boca unos provisionales que protegerán a las preparaciones realizadas.
- Finalmente, las carillas cerámicas se colocan en los dientes mediante cementos adhesivos utilizados en odontología.
- Pueden durar hasta 20 años, aproximadamente.
La durabilidad de ambos tratamientos depende también del cuidado y la higiene por parte del paciente, así como de las revisiones periódicas planificadas y realizadas por el profesional.
Pese a que las carillas son muy resistentes, se aconseja evitar, en la medida de lo posible, movimientos bruscos con los dientes anteriores, morder objetos o materiales no recomendados, alimentos demasiado duros o adquirir hábitos que puedan interferir negativamente en la durabilidad del tratamiento.
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