La pérdida de alguna de las piezas dentales puede ocasionar diferentes tipos de problemas en la salud bucal y general, como por ejemplo en la alimentación, la masticación o la estética. Los llamados implantes dentales son la mejor solución a la hora de reponer estas piezas dentales perdidas. Dichas pérdidas pueden ocurrir por variados factores que deben ser tenidos en cuenta para la prevención y el tratamiento.
¿Cuáles son las causas más comunes de la pérdida de piezas dentales?
Ausencia congénita: Se trata, en este caso, de la falta de algún diente o molar desde la constitución de la dentadura permanente. De esta manera, tras perder los dientes primarios en la niñez, no aparece el diente definitivo. Por lo general, los dientes ausentes suelen ser los incisivos laterales y los premolares del maxilar superior.
Traumatismo: Son varios los tipos de traumatismos que pueden producir una pérdida de las piezas dentales, generalmente por golpes o caídas, y se dan con mayor frecuencia en niños, donde los dientes caídos son los primarios. Además de las pérdidas evidentes, la dentadura puede sufrir otros traumatismos que se verán más tarde, como por ejemplo fracturas en la raíz.
Enfermedades dentales: Suele ser la causa más frecuente de pérdida dental en las personas, siendo las enfermedades de las encías (periodontales) el principal motivo, donde una infección en la encía ataca el soporte de la pieza dental, produciendo su caída por pérdida ósea. En casos en los que la infección sea muy avanzada y no sea posible su reparación, se procede a una extracción quirúrgica. Las caries pueden llegar a ocasionar infecciones significativas alrededor de las raíces de los dientes o piezas molares y, en este caso, también se debe proceder a la extracción de los mismos por cirugía para evitar mayores infecciones.
Fracturas por bruxismo: los dientes y, principalmente, las muelas pueden resquebrajarse y fracturarse a causa del bruxismo. En esta afección, el paciente ejerce tal presión en la mordida que puede llegar, con el paso del tiempo, a fracturar sus piezas dentales.
Los motivos de pérdida dental pueden variar y deben ponderarse a la hora de evaluar la colocación de implantes, ya que al dejar un espacio vacío el impacto puede caer sobre el resto de la dentición.
¿Cuáles son las consecuencias que puede sufrir un paciente con pérdida dental?
La pérdida de piezas dentales no solamente afecta a la salud bucal del paciente, sino que también puede ocasionar trastornos funcionales, estéticos y psicológicos.
Pérdida de hueso: La pérdida de manera progresiva de estructura ósea es una de las principales consecuencias tras la pérdida de alguna de las piezas dentales. Por cada ausencia dental, se va perdiendo altura y anchura del maxilar y esta pérdida será mayor cuantas más piezas dentales estén ausentes.
Traslado de piezas dentales: Con la pérdida de alguna de las piezas dentales puede suceder que los dientes restantes se trasladen a los espacios vacíos que estos han dejado en la mandíbula. Este traslado puede ocasionar problemas en la mordida y también problemas en la articulación temporomandibular.
Macroglosia: Trastorno que se produce también como consecuencia de la pérdida dental y por el que la lengua adquiere de manera paulatina un tamaño más grande de lo normal, causado por un aumento en la cantidad de tejido lingual.
Problemas en la masticación: Dentro de las consecuencias más visibles, pueden surgir problemas en la masticación, deglución y alimentación en general. Cuantos más dientes falten y más se tarde en reponerlos, mayores serán las complicaciones.
Problemas en la fonación: Al momento de la pérdida dental, el paciente comenzará a experimentar problemas en el habla, principalmente con los fonemas (sonidos) que se produzcan de manera linguo-dental y labiodental.
Consecuencias estéticas: A pesar de ser las menos significativas para la salud en general, estas consecuencias afectan directamente sobre el perfil psicológico del paciente, desembocando en problemas de baja autoestima, desvalorización personal y problemas vinculares, entre otros.
¿Qué son los implantes dentales?
Los implantes dentales son la mejor solución a los problemas ocasionados por la pérdida de una o varias de las piezas dentales. De esta manera, se recupera el bienestar general, la salud bucodental y la salud en general.
Este Procedimiento quirúrgico está diseñado específicamente para sustituir la raíz del diente o pieza molar perdida. Se coloca directamente en el hueso maxilar por debajo de las encías y se fusiona con el mismo para la posterior colocación de una pieza dental artificial, llamados coronas o puentes fijos, que permitirán el reemplazo de las piezas dentales perdidas de los pacientes. Las prótesis colocadas sobre los implantes no se mueven ni se desplazan, lo que se considera una de las mayores ventajas sobre las prótesis removibles.
¿De qué materiales están hechos los implantes?
Para la colocación del implante que cumplirá la función de la raíz del diente natural se utilizan piezas sanitarias de titanio que luego serán recubiertas por una pieza o prótesis que simula el diente original, imitando su estética y las propiedades físicas del esmalte dental.
¿Cómo es el proceso de colocación del implante dental?
Después de que el dentista haya colocado los implantes y habiendo sido cuidadosos en la planificación de la etapa quirúrgica, se fabrica en un laboratorio dental una restauración provisional que protege los tejidos duros y blandos (hueso, dientes y encías), favoreciendo una estructura que permita la masticación y mejore la estética del paciente hasta que se haga efectiva la colocación de la prótesis definitiva. Esta se incorporará una vez se haya integrado el implante al hueso, generando una estructura que soporte la actuación del material implantado.