Dolor de cabeza, migrañas, dientes desgastados… son algunos de los síntomas del bruxismo, una patología de la articulación temporomandibular (ATM) que sufre un alto porcentaje de la población y que consiste en apretar de forma inconsciente la mandíbula y rechinar los dientes, produciendo el desgaste (en ocasiones extremo) de los mismos.
Aunque puede producirse por el día, lo más habitual es que la persona afectada padezca este trastorno por la noche y, además, no sea consciente de ello. La visita a tu odontólogo resulta de suma importancia, pues con sólo una revisión rutinaria será capaz de determinar si el paciente padece o no este problema.
¿Cómo podemos tratarlo?
Los tratamientos para paliar y corregir el bruxismo se encaminan a reducir el rechinamiento, prevenir el desgaste y la rotura del esmalte, acabar con el dolor y evitar daños en la mandíbula. Para ello, se utilizarán férulas de descarga (prótesis ajustadas a la dentadura de cada persona) y se rehabilitarán los dientes afectados.
