Falsos mitos dentales

Falsos mitos dentales

¿Quién no ha escuchado alguna vez que las visitas al dentista son sinónimo de dolor? ¿Es la primera vez que oyes que no hace falta acudir hasta que no sientas molestias? Estas dos situaciones forman parte de los falsos mitos que rodean al sector dental. Pero existen otros muchos que, unidos a estos dos, provocan que gran parte de la población experimente miedo o ansiedad al acercarse a la consulta del dentista.


Entre los más destacados se encuentran:

Si no me duele o no hay problemas visibles, no tengo que ir al dentista. Falso. Las revisiones periódicas son necesarias para controlar el estado de salud de nuestra boca. Lo recomendable es hacer una limpieza al año y dos revisiones con tu odontólogo. De este modo, mantendrás alejadas las enfermedades bucodentales.

Ir al dentista es sinónimo de dolor. Falso. Si aparece el dolor significa que algo grave ya ha pasado. La prevención es la alidada para combatir las caries, las infecciones y problemas con la encía. Si se realiza una revisión anual, la patología puede tratarse a tiempo y de manera menos agresiva.

El sangrado de encía es normal. Falso. Las encías sanas son rosadas y no sangran. El sangrado es síntoma de inflamación y posible infección. Si se da el caso, se debe acudir a la consulta del dentista para tratarlo.

Las embarazadas no pueden ir a la consulta del dentista – El embarazo ocasiona pérdida de dientes por falta de calcio. Falsos. En este caso, se unen dos de los falsos mitos más comunes que afectan a la mujer gestante. Existe la falsa creencia de que el feto absorbe el calcio de los dientes de la madre, lo que podría ocasionar la pérdida de piezas dentales. Esto no es cierto. Durante el embarazo, el cuerpo experimenta cambios en la encía y en el PH de la saliva que pueden repercutir en la salud bucodental, pero con las revisiones oportunas y extremando la higiene no hay por qué temer pérdidas dentarias.

Las limpiezas dentales dañan los dientes. Falso. Las limpiezas son necesarias. Aunque depende de cada caso concreto, se recomienda realizar, al menos, una al año. Sirven para eliminar la placa y el sarro que se genera en nuestros dientes, ayudando así a evitar futuras enfermedades periodontales.

El blanqueamiento debilita los dientes. Falso. El blanqueamiento es un tratamiento que recupera el color de los dientes, eliminando algunos puntos de pigmentación. Al no ser abrasivo y no afectar a la estructura, no los debilita. Siempre debe estar hecho bajo el control de un dentista.

El bicarbonato es bueno para blanquear los dientes. Falso. Antiguamente los blanqueamientos se solían hacer con bicarbonato, pero es un producto muy agresivo con el esmalte. Actualmente se siguen publicitando tratamientos caseros con bicarbonato para blanquear los dientes, pero estos pueden derivar en sensibilidad dental y predisposición a caries. Los tratamientos de blanqueamiento siempre deben estar hechos y supervisados por un profesional.

Mascar chicle o enjuagarse la boca sustituyen al cepillado. Falso. El mascar chicle puede mejorar el PH de tu boca, pero jamás debe sustituir al cepillado. Al igual que el enjuague bucal, que sirve como complemento, pero nunca como alternativa.

Las caries en dientes de leche no afectan a los dientes definitivos. Falso. Esta creencia ha creado serios problemas en el desarrollo de los dientes definitivos de los niños. Las caries hay que tratarlas siempre, independientemente de sin son o no dientes de leche, pues estos sirven de guía para los definitivos. Si no se tratan a tiempo, las caries derivan en infecciones que alcanzan a los dientes definitivos y pueden provocar futuras patologías.

Los implantes son para toda la vida. Falso. Es muy importante ser muy riguroso con la limpieza bucal. Los implantes necesitan más cuidados e higiene que unos dientes propios. Son mas débiles ante infecciones.

Las caries siempre duelen. Falso. Las caries pueden permanecer en tu boca sin darte cuenta. Si no haces revisiones periódicas, penetran en el diente hasta llegar al nervio, lo que puede provocar una infección más seria.

Al llegar a la tercera edad, perderemos todos los dientes. Falso. Manteniendo una buena higiene y prevención, se pueden conservar todos los dientes. Es cierto que, con el paso de los años, la encía se vuelve más delicada, las enfermedades se agravan y la saliva pierde calidad. No obstante, con unas revisiones periódicas y adecuadas puede mantenerse la propia dentadura.

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