Parece una pregunta demasiado obvia, ¿no? A todo el mundo nos han salido los dientes y, aunque no lo recordemos, casi toda la gente ha visto alguna vez a algún bebé en plena odontogénesis. Odontogénesis es la palabra técnica que usamos para referirnos a un conjunto de procesos mucho más complejos de lo que imaginamos a priori.
El desarrollo dentario ocurre debido a la modificación de células totipotenciales. ¿Y qué son las células totipotenciales? Son aquellas capaces de convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo humano. Entonces, ¿qué necesitamos para que estas células acaben dando lugar a los dientes? Los ingredientes son los que enumeramos a continuación:
— Esmalte
— Dentina
— Cemento
— Periodonto
¿Qué significan cada una de estas palabras?
Es posible que “esmalte” nos resulte más familiar. Es la superficie que recubre los dientes, el mineral más duro del cuerpo humano. “Dentina” sería el tejido intermedio, algo más blando que el esmalte. El “cemento”, a pesar de su nombre, no es como el que encontraríamos en una hormigonera, sino más bien un tejido conectivo mineralizado, que iría desde la raíz hasta la corona del diente. Y el “periodonto” está formado por los huesos que rodean los dientes, el tejido conectivo y la mucosa.
Bien, ahora que ya conocemos los ingredientes, pasemos a la receta:
Primera fase: ocurre cuando salen los dientes de leche, también conocidos como deciduos o primarios. Estos se desarrollan a partir de la séptima semana del embarazo y la dentición se da en la vigésima semana. Se llama erupción del diente al momento en el que se le ve sobresalir de la encía. El primer diente en aparecer suele ser el incisivo central mandibular, a los seis meses aproximadamente. Después llegarán los incisivos laterales, caninos y, por último, el segundo molar. No tenemos “premolares de leche”.
Segunda fase: comienza con la aparición del primer diente definitivo. Durante esta fase, en la boca están los dos tipos de dientes, por eso se llama dentición mixta o transicional. Los premolares ocupan el sitio de los molares de leche. Si los definitivos salen antes de que caigan los deciduos, pueden provocar maloclusión, que podría corregirse con tratamiento ortodóntico.
Los dientes maxilares (de arriba) salen en este orden: primer molar, incisivo central, incisivo lateral, primer premolar, segundo premolar, canino, segundo molar y, finalmente, el tercer molar (las muelas del juicio). En cambio, los dientes mandibulares (de abajo) nacen así: primer molar, incisivo central, incisivo lateral, canino, primer premolar, segundo premolar, segundo molar y tercer molar.
Tercera fase: se inicia cuando cae el último diente de leche. Pasamos de tener 20 dientes deciduos a 32 definitivos.
Sabiendo cuál es el proceso por el que salen los dientes, podemos conocer cuáles son las anomalías más comunes que pueden ocurrir:
Anodoncia: carencia total de dientes. Su origen puede estar asociado a la displasia ectodérmica hereditaria.
Hipodoncia: nacen menos dientes de los que deberían. Ocurre entre un 4% y un 8% de los casos. Los dientes ausentes más comunes son el segundo molar y el incisivo lateral. Esto sin contar con la ausencia de las muelas del juicio, que se da en un 20% de la población, aproximadamente.
Hiperodoncia: aparecen más dientes, conocidos como supernumerarios. Los más comunes son los mesiodens (entre los incisivos centrales, como es el caso de Freddie Mercury), los paramolares (entre el segundo y el tercer molar) y los distomolares (detrás del tercer molar).
Ahora que ya sabes cómo salen los dientes, no olvides cepillarlos después de cada comida y mantener una higiene correcta, así los mantendrás sanos y fuertes durante muchos años.