Historia de la odontología

Breve historia de la odontología (I)

¿Alguna vez te has imaginado a un cavernícola con empastes? ¿Qué hacían durante la Edad Media para evitar el dolor de muelas? ¿Cuándo se inventó y generalizó la anestesia en los tratamientos dentales?


La odontología nos ha acompañado desde el principio de los tiempos. A lo largo de todas las épocas, personas de todos los continentes han querido tratar las caries, corregir la posición de los dientes o fijar aquellos que se les movían.

Tenemos que remontarnos tan lejos como al paleolítico para encontrar las primeras evidencias de tratamientos dentales, de hace 14.000 años. En un esqueleto encontrado en el norte de Italia, se puede ver cómo se utilizaron herramientas de sílex para eliminar la caries. Sin embargo, en este caso no se utilizaron rellenos dentales. Es en Eslovenia donde se han encontrado restos de hace 6.500 años donde sí se rellenaron los dientes con cera.

Si avanzamos hasta el año 3.000 antes de Cristo, vemos cómo en el antiguo Egipto se realizaban incrustaciones de piedras preciosas en los dientes. Los egipcios desarrollaron una medicina relativamente compleja, y muestras de ello se pueden encontrar en el arte que ha llegado hasta nuestros días. De hecho, el primer dentista conocido fue Hesyre, que sirvió al faraón Zoser durante la III dinastía. Su labor debió ser tan apreciada que pasó a la Historia con una inscripción que dice “el más grande de todos los dentistas”. Es la mención más antigua a esta profesión.

Los mayas, por su parte, tenían unas habilidades dentales muy avanzadas, con las que también incrustaban piedras preciosas o minerales, bien para restaurar los dientes o con propósitos religiosos y ornamentales.

Fenicios y etruscos ya construían prótesis dentales y practicaban implantes desde el siglo VII antes de Cristo. Eran capaces de rellenar los huecos sin dientes con otros extraídos. Los colocaban en bandas de oro y retenían con alambres del mismo material. Para los implantes, utilizaban marfil y nácar, siendo los primeros en usarlos.

En Grecia, tanto Hipócrates como Aristóteles estudiaron el uso de alambres para unir dientes perdidos e incluso estabilizar fracturas de mandíbula. También fueron conscientes de la importancia de la esterilización y escribieron sobre procedimientos para llevarla a cabo.

Durante la Edad Media, encontramos varias figuras importantes, como Bernardo de Gordon, que planteó una teoría sobre el aflojamiento de los dientes; o Guy de Chauliac, que estimuló la higiene dental y explicó las fases de la caries. Giovanni Da Vigo, por su parte, fue pionero en la realización de obturaciones con hojas de oro.

Todos ellos fueron precedidos por Abulcasis, nacido en Córdoba en el año 936, que fue considerado el cirujano más importante del Califato. Su legado nos ha llegado a través de su enciclopedia de 30 volúmenes, que fue la base de la cirugía hasta el Renacimiento. En ella describe más de 200 instrumentos quirúrgicos, incluyendo limas diseñadas por él, que utilizaba para emparejar los dientes. También habla de cómo cauterizar fístulas, tratar los épulis (quistes que aparecen en la encía), operar el labio leporino, llevar a cabo la reimplantación dental y la colocación de dientes artificiales. Además, insistía en la importancia de la higiene dental para la eliminación del sarro y recomendaba prudencia para las exodoncias, para las cuales había descrito un detallado procedimiento que incluía la sindesmotomía (incisión en el ligamento).

En cuanto a la antigua China, empezaron a tratar el dolor dental con arsénico hacia el año 1000. Eran particularmente avanzados en la observación de la cavidad oral y usaban aleaciones de plata para rellenar dientes. También desarrollaron técnicas de cirugía dental y tratamientos para los abscesos.

Durante todo este tiempo, las técnicas fueron avanzando y evolucionando hasta alcanzar un nivel considerable. Testimonios de este desarrollo demuestran que la práctica dental era algo bastante extendido y habitual.

Por ejemplo, es conocido el caso de la reina Isabel I de Inglaterra, que se negaba a recibir tratamiento por miedo al dolor que éste le podría causar. Para convencerla, el obispo John Aylmer pidió al cirujano que le quitase un diente, mostrándole así que la extracción era mucho más llevadera de lo que la monarca temía.

Habría que esperar algunos siglos para ver el nacimiento de la moderna odontología. Pero de eso hablaremos más adelante.

https://www.nature.com/articles/srep12150

https://www.nature.com/articles/sj.bdj.2009.355

https://www.nature.com/articles/sj.bdj.2018.97

http://www.ancientpages.com/2018/06/22/ancient-history-of-dentistry/
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